21 de junio de 2008
QUIJOTES
Cervantes lo sabía.
Alonso Quijano, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, gestó su locura en cientos de libros de Caballería y buscó, entre los seres más próximos, una mente que le sirviera de compañera.
Sancho Panza era un campesino. Bruto, muy bruto. Vulgar y atropellado pero fiel a su señor.
Sus “cruzadas” tienen diferentes objetivos:
Para Don Quijote sólo cuentan los actos de Caballería.
Para Sancho la posibilidad de ser rico y famoso (Serás gobernador de alguna ínsula… )
Así, comienzan a mezclarse. E imaginan desde donde pueden: Quijote desde sus libros. Sancho desde lo que logra percibir.
Se combinarán, se fusionarán. Cambiarán posiciones.
Compartirán su locura.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario